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El machismo en las urnas electorales

  • Elena Ucedo
  • 3 oct 2016
  • 3 Min. de lectura

El uso del lenguaje sexista ha estado y está muy presente en el ámbito político. Diariamente, encontramos referencias sexistas en prensa tales como: los barones, el ejecutivo o el Congreso de los Diputados. Sin embargo, el hecho de analizar esta noticia no ha sido simplemente por el lenguaje utilizado o la fotografía que la acompaña. Lo más relevante en este caso es la publicación de la noticia en sí: “El 63,17% de los catalanes votaron a Inés Arrimadas porque está buena”.


La noticia deja evidente el trato desigual que se hace de la número dos de Ciudadanos por el simple hecho de ser una mujer. De hecho, tal y como explica el informe sobre Las Políticas de Igualdad y Juventud de la comunidad de Cádiz “las mujeres y los hombres reciben un trato desigual cuando son objeto de una información. Personas que ocupan una misma posición son sometidas a distinto trato en función de su sexo”. Por ejemplo, la prensa describe al número dos de Podemos, Íñigo Errejón como un candidato ejemplar y uno de los cerebros de la formación morada. Sin embargo, las alusiones a Inés Arrimadas se centran básicamente en su aspecto físico. Esto demuestra que, muchas veces, no importa lo válidas o lo preparadas que estén esas personas porque los criterios por los que se les valora no son los mismos.


La Guía de Tratamiento no sexista de la información y la comunicación aconseja potenciar el valor intelectual de las mujeres por encima de su aspecto físico para evitar crear estereotipos negativos hacia las mujeres.


Asimismo, en esta misma noticia, el periodista se refiere al líder de la formación naranja, Albert Ribera, como el “estudiante modélico”, adjetivos calificativos que la prensa utiliza constantemente para referirse a los políticos varones y, por el contrario, omite cuando se refiere a ellas.


El titular de esta noticia es lo que más llama la atención: “Inés Arrimadas está buena”. Además, el redactor incluye en la noticia opiniones personales sobre su físico con expresiones como “Que Inés Arrimadas está buena es un hecho que no vamos a discutir”. De hecho, afirma que “la presencia de esta mujer ha hecho que Ciudadanos duplique el número de votos en las urnas”.


Estas afirmaciones complementan al conjunto de opiniones personales que la gente ha expresado en la encuesta. Por ejemplo, “a mí la chica de Ciudadans me parece una buena representante de la belleza catalana” o “yo iba a votar a podemos, pero me gusta más Inés Arrimadas por sus ojos”.


Estos son los ejemplos a los que se refiere la Guía para el tratamiento no sexista. Los casos en los que la mujer aparece como objeto sexual o como deseo para el varón, contribuyen a crear estereotipos en esta sociedad.


El manual sobre las Políticas de Igualdad y Juventud también recoge la importancia de evitar los plurales excluyentes en las noticias periodísticas puesto que “reflejan una realidad masculinizada”. La Guía de la UJI para una comunicación no sexista aconseja superar este obstáculo sustituyendo estos vocablos por palabras que engloben ambos géneros. Por ejemplo, en la noticia seleccionada se habla de “los votantes” como el conjunto de hombres y mujeres que han ido a votar y esto se podría sustituir por “el conjunto de votantes” para incluir al género femenino. Por otra parte, también habla de “el equipo de becarios del periódico”, para designar al conjunto de hombres y mujeres. Está muy bien que haya escogido esta expresión para evitar el masculino “becarios”. Sin embargo, el manual antes mencionado aconseja mejor utilizar el término “las personas becarias”.

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