John y la transfobia
- Divina Carbonell
- 9 oct 2016
- 4 Min. de lectura

El tema sobre el que enfocaré este análisis es el tratamiento transfobo de los medios de comunicación para hablar sobre el hijo de Brad Pitt y Angelina Jolie. Como ejemplos concretos analizaré las noticias "El increíble cambio de la hija de Pitt y Jolie, que 'quiere ser como un niño', del diario El Mundo y " La increíble transformación de la hija de Brad Pitt y Angelina Jolie" de La Vanguardia.
Ambas noticias informan sobre el cambio público que el menor ha dado en los últimos meses. Ya desde el primer momento, en ambos periódicos, tanto en el titular como en los subtítulos, está presente un error de tratamiento. Los titulares le tratan en femenino. Se refieren a él como “la hija” cuando el pequeño les ha remarcado en reiteradas ocasiones a los medios de comunicación que es un hombre, que su género es el masculino. De hecho, es sorprendente el tratamiento femenino porque las propias noticias están informando de que se siente chico. Sin embargo, el lenguaje empleado no se adecua para tratar de forma correcta lo que están contando.

El bloque de titulares de El Mundo es bastante explícito. “Exige que la llamen John y de acuerdo a sus propios padres, cree que es un varón más de la familia”. El redactor niega una vez más que sea un varón expresando valoración con el verbo creer. Es más, lo trata como si el menor estuviera confundido y realmente el periodista supiera mejor que el afectado cuál es su género. Además, el verbo “exigir” denota una connotación bastante negativa, pues da a entender que es una imposición por capricho del pequeño y no una de las fases de reasignación, en este caso del nombre, de la persona transgénero.
Además, en el cuerpo del texto, a pesar de que se afirme que los padres apoyan a su hijo, las citas seleccionadas de los padres refuerzan el discurso del rechazo del periodista. Cuenta que Brad admitió en un programa de televisión que tal vez “sean cosas de Peter Pan”. También incluye a Angelina diciendo que “cree que es uno de sus hermanos”, reforzando la negación de que no es un chico. Estas expresiones, a pesar de ser dichas por sus progenitores, son de carácter transfobo. Refuerzan estereotipos sociales normalizados en la sociedad dando a entender que su identidad de género es "cosas de niños" que se pasarán pronto. También, le quitan criterio de decisión sobre su propia identidad por el hecho de ser menor. Este tratamiento lo condena el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, al manifestar que "hay que considerar las designaciones discriminatorias como tales, señalarlas críticamente contra el carácter extendido y naturalizado de su uso cotidiano". La manera de haber tratado correctamente este párrafo hubiera sido citando a alguna fuente experta que explique el desarrollo del proceso sin caer en prejuicios, como colectivos que se dedican a dar apoyo y luchar por los derechos de las personas transexuales.
Siguiendo con el análisis del cuerpo, a pesar de que el niño haya solicitado el cambio de nombre, El Mundo se sigue refiriendo a él como “Shilow”, su nombre de mujer. No lo hace mejor La Vanguardia, quienes afirman que “la niña” tiene apariencia de niño al vestir con trajes, shorts y corbatas. Esta frase, que a priori puede pasar desapercibida sin chirriar, lleva implícita un prejuicio transfobo. Vuelve a hacer hincapié en esta cuestión al comentar que “habla y gesticula como los hombres de la casa” y “que su look está alejado de aquella niña de rasgos finos que alguna vez fue”. El periodista remarca roles de género, asociando niñas a vestidos y faldas y a niños a trajes y pantalones. Con estas frases refuerza los constructos sociales heteronormativos que provocan la discriminación en las personas transgénero por salirse de los roles asignados socialmente.
El Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión afirma que para informar correctamente sobre la identidad de género es preciso cuestionar los estereotipos construidos a partir de rasgos asignados a mujeres y varones como características constantes y atemporales de “lo femenino” y “lo masculino”.
Además, este observatorio también aclara que la manera correcta de hablar de una persona transgénero es respetando su identidad de género, es decir, usar el pronombre con el que se designan estas personas, cosa que ambas noticias no cumplen al tratar al protagonista reiteradamente en femenino. Para el tratamiento de nombres propios aclaran que “se debe usar siempre el nombre con el que la persona se presenta”. Este es otro de los puntos que las noticias abordan mal pues se refieren a John como Shilow, su nombre antes de la reasignación de género.
Por eso, tomando como referencia las instrucciones de este observatorio, sustituiría los titulares sensacionalistas como "El increíble cambio de la hija de Pitt y Jolie que 'quiere ser como un niño'" por "La reasignación de género de John, el hijo de Pitt y Jolie", en el caso de que se tuviera que informar sobre la identidad de género del niño por ser considerado como personaje público. Asimismo, en vez de referirme a él como "Shilow" lo llamaría "John" y lo trataría de acuerdo al pronombre que ha expresado para referirse hacia su persona, "él", y no "ella".
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