El Pueblo Gitano desde el punto de vista de los medios de comunicación
- Sara Martí
- 23 oct 2016
- 2 Min. de lectura

Los medios de comunicación son determinantes a la hora de crear o de cambiar la imagen de cualquier colectivo. Por esta razón, tiene mucha importancia la manera en que se tratan las noticias dedicadas a personas de etnia gitana. Desde el Instituto de Cultura Gitana se hace hincapié en eliminar la concepción de marginalidad y delincuencia que se les atribuye, de manera general, en las piezas informativas.
En instituciones reconocidas de la lengua, como pueda ser la Real Academia Española, el concepto “gitano, na” tiene connotaciones negativas en algunas de sus acepciones. Por ejemplo, en la quinta se le denomina como “trapacero”, es decir, “que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto”. También, en la sexta acepción se añade “que tiene gracia y arte para ganarse las voluntades de otros”.
En la noticia del diario español ABC “Un ajuste de cuentas entre clanes gitanos que atemoriza el centro de Móstoles”, se encuentran numerosos ejemplos de cómo la influencia del lenguaje está plenamente interiorizada en los medios de comunicación.
Ya en el titular se puede observar la utilización del término “clanes gitanos”. El manual Letras gitanas para periodistas del Instituto de Cultura Gitana recuerda que esta es una palabra que no debe usarse para referirse al Pueblo Gitano porque “se utiliza en contextos relacionados con grupos delictivos de características mafiosas”. El mismo manual sugiere no indicar el origen étnico, sea cual sea el colectivo afectado, puesto que contribuye a la asunción de prejuicios y no tiene relevancia alguna para asimilar la información. Además, añade que “el término clan remite a unos comportamientos primitivos y salvajes que para lo único que sirven es para culpabilizar a toda una etnia, población o región”.
El enfoque de la noticia da a entender al Pueblo Gitano como una carga para los habitantes de Móstoles. Un colectivo que atemoriza sus calles y, por tanto, crea una situación de nosotros – ellos. No se tiene en cuenta que otras personas de etnia gitana puedan verse incomodadas, como vecinos del barrio que son, por la trifulca.
En el cuerpo de la noticia, hay un párrafo que llama la atención: “El asesinado es de etnia gitana, por lo que, en principio, los agentes atribuyen el crimen a un ajuste de cuentas entre clanes rivales por causas que aún se desconocen, si bien no descartan otra hipótesis”. Es decir, que la afirmación de que se trata de un ajuste de cuentas podría no ser cierta, ya que, en ningún momento, esto se ha confirmado. El periódico se ha dejado llevar por hipótesis, alimentando todavía más los prejuicios sociales.
Para finalizar, el último párrafo vuelve a recaer en la etnificación del conflicto al recordar que “un ciudadano chino apareció degollado en un descampado situado junto al centro de exámenes de conducir de la DGT”. De nuevo, la nacionalidad de la víctima no tiene ninguna importancia para entender la noticia.
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