top of page

Adiós a La Veneno: icono transgénero de los años noventa

  • Divina Carbonell
  • 10 nov 2016
  • 2 Min. de lectura




























Ilustración en honor a la muerte de La Veneno. Autora: Anabel Rivero


Ayer fue uno de esos típicos días en los que todo lo que puede salir mal, sale mal. Esos días en los que parece que se hayan alineado los astros y se juntan todas las desgracias. Todavía no acabas de asimilar una cuando ya te ha sacudido el siguiente golpe. Como ya sabréis más que de sobra, Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. No nos engañemos, Hillary Clinton tampoco es santo de mi devoción, pero sí que es cierto que fue una victoria que no se esperaba casi nadie. Para rematar, Ramón García anunció que este año no daría las campanadas. Pero no fueron estos acontecimientos los que me causaron un gran shock y me provocaron una profunda tristeza. Fue la muerte de Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno, lo que me dejó impactada.


Las causas de su muerte todavía no están claras pues se barajan dos hipótesis: la versión familiar, quienes afirman que recibió una paliza y la hipótesis policial, que sostiene que sufrió un fuerte golpe en la cabeza debido a un intento de suicidio. No sabemos qué pasó con certeza, pero me pregunto hasta qué punto puede ser casualidad que esto ocurra al poco tiempo de la publicación de una autobiografía en la que hablaba de su experiencia como trabajadora sexual y en la que involucraba a personas poderosas de este país.


Su grave estado de salud y su posterior muerte demostró una vez más la vulnerabilidad de la exposición del colectivo transgénero. Por Twitter no tardaron las mofas al conocerse su estado de coma. El tratamiento de los medios de comunicación en su gran mayoría me pareció correcto. Pero he de mencionar que la cobertura de El Periódico me pareció lamentable al referirse a ella como “televisivo travesti”. El término “travesti” es inadecuado para definir a una persona transgénero ya que solo hace referencia a la manera de vestir. Una persona cisgénero puede travestirse y no ser transexual, por lo que usar ambos términos indistintamente me parece un error periodístico muy gordo.


Más allá del controvertido personaje mediático que Cristina se construyó, me gustaría recordarla como un potente icono transgénero de los años 90 que luchó por ser quien era. La Veneno representa a las mujeres más hostigadas, estigmatizadas y vulnerables de la sociedad: las prostitutas y las mujeres trans. Mujeres para las que sus asesinatos ni siquiera computan como asesinatos machistas. Mujeres que cargan con un estigma social mucho más poderoso que el de la discriminación: un estigma que provoca que ni siquiera sea reconocido su derecho a ser. En el caso de la prostitución, el derecho de ser una profesión digna, legalmente reconocida y con plenos derechos para sus trabajadoras. En el caso de las mujeres trans, el derecho a que simplemente se les reconozca como mujeres en una sociedad binarista y tránsfoba.


 
 
 

Comments


Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page